En el 2005 la Empresa Portuaria de Valparaíso licitó el proyecto del Mall Puerto Barón, el que consta de usar un terreno que está a metros del mar, y demoler el edificio que se encuentra en este terreno, para recuperar el borde costero y volver a acercarlo a las personas, ya que la actividad comercial del puerto limita bastante esta situación.
Sin dudas cuando se dio a conocer la realización de este proyecto, hubo una falta de comunicación grave por parte de los realizadores del proyecto, ya que los porteños no tenían claros los detalles de éste, e incluso se realizó una campaña para impedir que el proyecto se llevara a cabo, y que a la larga esto consiguió retrasarlo, ya que actualmente se encuentra en espera la aprobación del Estado, tras la aprobación de 19 cláusulas del futuro mall por parte de la UNESCO.
Las confusiones que tenían los ciudadanos de Valparaíso que estaban en contra de la construcción del centro comercial, era que tenían que demoler la infraestructura que estaba en el terreno, y una de esas sería la bodega Simón Bolívar, que es un pilar fundamental de por qué la UNESCO declaró patrimonio de la humanidad a la ciudad porteña.
Otro de los eventuales problemas que daría la construcción sería visual, ya que comúnmente los centros comerciales de este tipo tienen varios pisos, por lo que podría tapar la vista al mar a los habitantes de los cerros que queden ubicados detrás del mall.
El posible impacto ambiental que generaría realizar este tipo de construcción tan cerca del mar también era un factor que preocupaba a los habitantes que estaban en contra del mall.
Los porteños que rechazaban la actividad crearon una campaña vía web, en la página noalmallbaron.cl y en esta participaban activamente autoridades de la ciudad, pero no se han pronunciado desde febrero de 2014, ya que en ese entonces se aclararon todas las dudas que estos tenían sobre la construcción del centro comercial.
Por ejemplo, según Luis Pozo, encargado del mantenimiento y guardia del terreno de la construcción dice que en la actualidad la bodega Simón Bolívar se encuentra infestada por palomas, ratones, etc, ya que no se usa hace bastante tiempo, pero tampoco se demolería con la construcción del proyecto, sino que se restauraría y quedaría abierta al público que quiera visitar esta popular bodega que recibió un sinnúmero de cargamentos durante décadas atrás.
También se refirió al posible problema visual que daría el mall, y aclaró que el proyecto contempla la construcción de solo un piso, pero que se compensa con lo extenso que sería el centro comercial, por lo que no generará problemas de visión hacia el mar desde ningún punto de los cerros porteños.
Sobre el impacto ambiental, el señor Pozo señaló que estaba incluido en las 19 observaciones que realizó la UNESCO sobre el proyecto.
Además, reconoció que la gente que está en contra de la construcción ha disminuido considerablemente debido a las aclaraciones públicas que se han realizado sobre el proyecto, aunque siempre queda gente que está disconforme con las medidas.
Rayado en la entrada al muelle Barón.
Y efectivamente es así, ya que basta con caminar por el muelle Barón y preguntarles su opinión a las personas que allí transitan, y la mayoría está de acuerdo con la realización del proyecto, mientras que quienes están en contra son de edad más avanzada, ya que según ellos mataría la esencia de lo que es el puerto.
Cabe recordar que este tipo de construcciones se ha realizado en otras partes del mundo, como en los puertos de Barcelona, Londres, Nueva York y Buenos Aires, ciudades bastante desarrolladas a nivel mundial, y que estos proyectos han ayudado a ese desarrollo, aumentando el turismo y economía de los lugares.
Hablando concretamente de números, Luis Pozo señaló que la realización del mall necesitaría 2.500 trabajadores, por lo que generaría un importante foco de empleos para los porteños, además de crear espacios de recreación en el borde costero.
Foto: La Tercera
En lo superficial, la creación de este mall parece muy beneficiosa para todos, y la UNESCO recientemente aprobó las 19 observaciones que mantenían detenido al proyecto, por lo que solo falta la autorización de las autoridades para que los trabajos se pongan en marcha.
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